Señor de los vientos, era el responsable del control de las tempestades. Hijo de Arne y del dios Poseidón (o de Hipotes, en algunos casos). En su comienzo emerge como mortal, aunque con el tiempo llega a atribuírsele naturaleza divina.
Siguiendo su historia, Arne confesó a su padre, Eolo, hijo de Helén, que estaba embarazada de Poseidón, pero su padre no le creyó y la casó con un mortal llamado Metaponto, rey de Icaria. Como consecuencia de ello, Arne parió allí a dos niños, Beoto y Eolo, que fueron criados en la casa de Metaponto.
Cuando los gemelos llegaron a la adolescencia, Metaponto decidió despreciar a Arne y desposar a Autólita. Como los hermanos tomaron partido por su madre, se vieron en la necesidad de matar a la nueva reina, renunciar a su herencia y huir de Icaria.
Beoto, acompañado por Arne, se marchó al sur de Tesalia y fundó Beocia.
Eolo, por su parte, llegó hasta un grupo de islas en el Mar Tirreno, las cuales recibieron en su honor el nombre de Islas Eolias y fundó además la ciudad de Lípara. Allí actuó como rey justo y piadoso, se comportó benévolamente con los nativos, y los inició en el uso de barcos para navegar y, de acuerdo con las señales que observaba en el fuego, los advertía de la naturaleza de los vientos que iban a sobrevenir.
Más tarde, Zeus le concedió el control de los vientos, que guardaba en una cueva de la isla y soltaba según le placía o según ordenasen los dioses.
Según un mito, cuando Odiseo llegó a Eolia (fabulosa isla flotante de roca y rodeada por una muralla de bronce) fue acogido por el rey, su esposa Cíane, y sus seis hijos y seis hijas. Eolo le recibió cordialmente, y después de oír la historia de Odiseo, Eolo le dio un saco en cuyo interior estaban todos los vientos menos uno, el que debía empujar a su nave para que pudiese llegar a Ítaca. Cuando estaban ya a la vista de la isla, los compañeros de Odiseo, creyendo que en el saco había un tesoro, desataron la cuerda que lo cerraba. Los vientos escaparon entonces con tal violencia, que desencadenaron una tempestad que volvió a empujar a la nave hasta la costa de Eolia. Pero esta vez, el rey Eolo, creyendo ver en lo acaecido una traición, entró en cólera contra Odiseo y sus compañeros, y les expulsó de la isla, volviendo errantes al mar.
Eolo es el dios y señor de los vientos, pero hay cuatro dioses del viento más, que corresponden a los cuatro puntos cardinales: Bóreas (viento norte), Noto (viento sur), Euro (viento este) y Céfiro (viento oeste). Además hay cuatro dioses menores del viento: Cecias (viento noreste), Apeliotes (viento sureste), Coro (viento noroeste) y Libis (viento suroeste).
Siguiendo su historia, Arne confesó a su padre, Eolo, hijo de Helén, que estaba embarazada de Poseidón, pero su padre no le creyó y la casó con un mortal llamado Metaponto, rey de Icaria. Como consecuencia de ello, Arne parió allí a dos niños, Beoto y Eolo, que fueron criados en la casa de Metaponto.
Cuando los gemelos llegaron a la adolescencia, Metaponto decidió despreciar a Arne y desposar a Autólita. Como los hermanos tomaron partido por su madre, se vieron en la necesidad de matar a la nueva reina, renunciar a su herencia y huir de Icaria.
Beoto, acompañado por Arne, se marchó al sur de Tesalia y fundó Beocia.
Eolo, por su parte, llegó hasta un grupo de islas en el Mar Tirreno, las cuales recibieron en su honor el nombre de Islas Eolias y fundó además la ciudad de Lípara. Allí actuó como rey justo y piadoso, se comportó benévolamente con los nativos, y los inició en el uso de barcos para navegar y, de acuerdo con las señales que observaba en el fuego, los advertía de la naturaleza de los vientos que iban a sobrevenir.
Más tarde, Zeus le concedió el control de los vientos, que guardaba en una cueva de la isla y soltaba según le placía o según ordenasen los dioses.
Según un mito, cuando Odiseo llegó a Eolia (fabulosa isla flotante de roca y rodeada por una muralla de bronce) fue acogido por el rey, su esposa Cíane, y sus seis hijos y seis hijas. Eolo le recibió cordialmente, y después de oír la historia de Odiseo, Eolo le dio un saco en cuyo interior estaban todos los vientos menos uno, el que debía empujar a su nave para que pudiese llegar a Ítaca. Cuando estaban ya a la vista de la isla, los compañeros de Odiseo, creyendo que en el saco había un tesoro, desataron la cuerda que lo cerraba. Los vientos escaparon entonces con tal violencia, que desencadenaron una tempestad que volvió a empujar a la nave hasta la costa de Eolia. Pero esta vez, el rey Eolo, creyendo ver en lo acaecido una traición, entró en cólera contra Odiseo y sus compañeros, y les expulsó de la isla, volviendo errantes al mar.
Eolo es el dios y señor de los vientos, pero hay cuatro dioses del viento más, que corresponden a los cuatro puntos cardinales: Bóreas (viento norte), Noto (viento sur), Euro (viento este) y Céfiro (viento oeste). Además hay cuatro dioses menores del viento: Cecias (viento noreste), Apeliotes (viento sureste), Coro (viento noroeste) y Libis (viento suroeste).
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