miércoles, 14 de enero de 2009

Asclepio





Dios de la medicina. Era protector de los sanadores, curanderos y de los grandes médicos de la antigua Grecia. Asclepio tenía el don de la curación y conocía muy bien la vegetación, en particular las plantas medicinales.

Era hijo del dios Apolo y de la mortal Corónide (hija de Flejias, rey de Tesalia). Según la leyenda, Apolo regresó a Delfos a seguir con sus compromisos divinos, dejando a Corónide embarazada. El dios encargó a un cuervo blanco la vigilancia de la mujer, pero no obstante, Corónide le fue infiel con el mortal Isquis. El cuervo voló hasta Apolo y le advirtió del romance de Corónide. Apolo maldijo al animal condenándolo a llevar en adelante el color negro y, arrastrado por la furia, mató a Corónide y antes de que la pira funeraria la incinerase, sacó de su vientre a la criatura y se lo entregó al centauro Quirón.

El centauro lo crió y le enseño el arte de la medicina y de la caza. Intervinieron en su educación Apolo y Atenea. La diosa le entregó dos redomas llenas de sangre de la Gorgona. Una de ellas contenía la sangre correspondiente al lado izquierdo de la Gorgona, la cual era un veneno mortal, y la del lado derecho, poseía propiedades para resucitar a los muertos. El joven Asclepio llegó a dominar el arte de la resurrección y devolvió la vida a un gran número de personas importantes.

La diosa Artemisa imploró a Asclepio que resucitara a Hipólito, hijo de Teseo, lo cual fue cumplido. La diosa llevó a Hipólito a su santuario en Aricia (Italia). Fue en ese instante cuando Zeus intervino. Temiendo que Asclepio alterase el equilibrio del universo, el dios de dioses muy enfadado lo fulminó con un rayo. Apolo por su parte se irritó por la muerte de su hijo y en venganza mató a los cíclopes que habían fabricado las armas de Zeus. Por esta matanza Apolo tuvo que servir durante un año al rey Admeto.

Asclepio no fue a parar al Hades, se le concedió la inmortalidad y el rango de dios.

Se nombra a Epíone como su esposa. Entre su descendencia se encuentran: Higía, Podalirio, Macaón, Panacea, Aceso, Yaso y Egle.

Se le representa con una corona de laurel en la cabeza y llevando en la mano un bastón rodeado por una serpiente.

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